Transporte marítimo

El transporte marítimo, y en especial el transporte de contenedores, se ha constituido durante las últimas décadas como el eslabón imprescindible de las cadenas de aprovisionamiento globales. La afectación directa por la crisis del COVID-19 durante los primeros meses de 2020, implicó una adaptación a las condiciones impuestas por la emergencia sanitaria. Sin embargo, la adaptación a una “nueva normalidad” abre algunos interrogantes sobre la futura organización del transporte marítimo y sobre el funcionamiento de los puertos. A ello se unen otros aspectos previos al estallido de la crisis sanitaria, como los efectos derivados de la adaptación al cambio climático, los procesos de integración vertical y horizontal de la industria marítima en los últimos años o el proceso de digitalización.

En el ámbito del Mediterráneo Occidental, afrontar estas incertidumbres adquiere una especial importancia debido a su posición en los flujos globales de contendores y la interrelación de éstos con los flujos transmediterráneos, a la existencia y planificación de grandes infraestructuras portuarias, así como a la especial incidencia que se espera de los efectos del cambio climático en el espacio mediterráneo. En consecuencia, el restablecimiento de la normalidad implicará importantes retos al sector del transporte marítimo del Mediterráneo Occidental.